¿Y si nos tragamos el orgullo?

Tal para cual sería la mejor definición para nosotros dos. Si tu gritas, yo grito más alto y, así, continuamente.
Echaba de menos el poder contarte mi vida, el que me escucharas, el llamarte por puro aburrimiento, ir a verte a trabajar y que nos dieras a Jose y a mi cosas gratis, ver como tocas tu batería imaginaria, que me des abrazos... Si, me hecho la dura, lo hago siempre.
Me pasé, nos pasamos pero, de eso hace ya dos semanas. ¿Qué te voy a decir, mejor amigo? Que siempre acabamos igual, yo lloro y tu me dices: "Qué tonta eres". Y tienes razón.
Somos dos testarudos, el orgullo nos sale por las orejas pero, ¿qué vamos a hacerle nosotros? Pues llevarlo con elegancia.
Gracias por haber venido ayer, yo no lo habría hecho.


Porque una sonrisa vale más que cualquier palabra, una mirada sobrepasa los límites del lenguaje y, un abrazo no tiene una definición exacta.
Y pongo una foto de una carretera porque sí, porque mira lo rápido que la recorremos, la de cosas que vemos en el paisaje y, como olvidar, la de cosas que pasan por delante de nuestras narices pero, no prestamos atención.

Falta menos para septiembre, menos para mi muerte y menos para mi cumpleaños =)
A cuidarse se ha dicho!