domingo, 17 de agosto de 2008

Fuimos extremadamente bellas

Soy adolescente y muero por salir de una puñetera vez de casa de mis padres. Mis aficiones son salir de marcha, hablar por teléfono, hacerme fotos con poses estúpidas y enviar "tequieros" falsos por todo el universo. Soy guay, me lo dicen muy a menudo y lo mejor de todo es que me lo creo. Bebo y fumo, hace que me sienta joven, sexy, viva...


Tengo treinta y cinco años. Y ahora, ¿qué me queda? Seguir fumando, con más grasa en el pelo, con un bombo a cuestas y con una hipoteca que pagar... No me siento joven, no me siento sexy, no me siento viva.


Desperdicias tu tiempo y tu edad, haces cosas de adultos siendo tan solo una niña. ¿Qué vas a dejar para tu madurez? Si te vistes ahora de mayor, cuando seas mayor te vestiras de vieja. ¿Qué vas a hacer cuando tengas cuarenta años? ¿Sentarte en frente del televisor a hacer punto?



1 comentario:

teatro_magico__no_para_cualquiera dijo...

=) nunca se debe jugar a ser lo que no se es. Aunque me llames viejo, todavia ni soy un hombre, soy a lo sumo un joven al que le queda mucho por aprender en esta vida. Y sin beber, ni fumar, me siento joven y muy vivo.


Vivimos en una sociedad enferma, en todos los sentidos. La sociedad crea la enfermdad.


Ya sabes de lo que soy partidario, y de lo que no. Nos conocemos lo suficiente. Ojala, la gente se fuera dando cuenta, que la vida no es un juego.